martes, noviembre 15, 2005

Renovando votos

Ayer me puse a pensar que así como los matrimonios cada cierto tiempo hacen un recorderis de lo que sienten, se replantean metas y se olvidan de los malos ratos, yo renové muchos votos en este viaje que hice a mi ciudad, y no sólo los renové con cosas de allí, sino también de afuera, redescubrí ciertos gustos clásicos y otros eclécticos, me descubrí a mi mismo, mis pasiones y mis karmas.

Renové mis votos con mis mejores amigos, el señor de la marca de chocolates, y Jjoey…todo volvió a ser como antes, las tardes hablando eternamente de cine y música, viendo películas de zombies y comiendo chucherías, las noches mirando pollitos bonitos (el señor de la marca de chocolates y yo) y buscando el señor oso para Jjoey, uno que parezca el papá de los tres pero que, al mismo tiempo, posea ternura y calidez para el muy consentido Jjoey.

Descubrí que hay personas que aparecen en tu vida simplemente para presentarte a otras personas, así Bjavi apareció para presentarme a Large y Large para presentarme a mi coquito…los dos primeros ya poco o nada tienen que ver con mi vida, en cambio el coquito sí, con ese sí que renové los votos de amistad, lealtad, cariño y diversión, además de haberme permitido conocer un niño cuya sonrisa me dejó sin aliento, un poco groogy y con deseos de verlo otra y otra y otra vez (lástima que estemos tan lejos).

Me di cuenta que en este momento el papa de Lola y abril es el mejor cómplice y confidente que pueda tener…así, por celular, con mensajitos de texto o como sea, siempre está a un dígito de distancia, dispuesto a contestar y a secundar mis más locas decisiones, hasta esas de “involucrarme con la política municipal” para ser la primera dama de Ituango o cualquier otro municipio antioqueño.

Tengo que reconocer además mi gusto descomunal por los chirretes (dícese del paisa de comuna, con ropa que oscila entre el Hopper y el sicario, que tiene cara de malandrín bonito y a veces está a medio afeitar), que fue a lo que más ojo le eché en los dos antros a los que fui, aunque también hubo un par de periqueritos lindos (típico niño de El poblado o Laureles que se meten en la nariz hasta la cal de la pared, todo por ser un poco locos en una noche de Rumba con plumas)… a la hora de la verdad con cualquiera de estos hubiera sido feliz por una noche, o quizá por unos días…en definitiva cualquiera hubiera podido calmarme la ansiedad que me pica en la piel por estos días.

Reafirmé que la capital sigue siendo mi cable a tierra…que en mi ciudad solo podría vivir de vacaciones (ay demasiadas distracciones y tentaciones en la calle como para tener ganas de trabajar, la piel está ansiosa todo el tiempo y no le da posibilidad al cerebro de concentrarse en algo que no sea el pecado…incluso en las iglesias en donde la tentación canta, aplaude y reza)… y en la capital la señora Fernanda es el mayor cable a tierra, es como la niña que se amarra la pitica del globo en el dedo para que no se le vaya…y vaya que yo estaba elevado en mi tierra, elevado de mi trabajo y de mis obligaciones y ella, desde la capital, me mantenía sujeto…

Además, renové uno de los mejores votos, el del amor por la familia, ese circo de locos divertidos y folclóricos que me tocó en suerte por tíos, tías, abue y primos…renové esa sensación extraña, ese vacío de dejar una casa que hace tiempo no es la tuya, de sentir que hay unos lazos que van por la sangre, que te hacen reír hasta las lágrimas con las conversaciones que evocan tu infancia, que te hacen sentir que, a pesar de vivir en otro mundo, ya sabes a dónde perteneces…

Finalmente creí que tendría que aceptar que sigo debatiéndome entre dos fuegos, entre creer que es a EL a quien pertenezco, de quien soy y de quien seré, o aceptar que Pbonito aún puede aparecer una y otra vez y destruir todo lo que siento…mas hoy, a esta hora no estoy seguro de poder renovar este voto… podrían mandarme de viaje otra vez a ver si logro renovar o erradicar por fin este voto…?

1 Comentarios:

A la/s 10:09 a. m., Blogger Monchis dijo...

Hola Elías,

Así que eres paisa?

Hasta este post creía que eras de algun pueblo costeño de la ribera del Magdalena; el Banco por ejemplo o mejor Monpox por tu magia y ritmo con la prosa.

Aunque uno se vaya de su tierra natal y deje atrás su familia siempre se lleva algo de su terruño consigo y esto se renueva cada vez que uno visita lo suyo, se siente nuevamente en casa y en el lugar al que pertenece así su vida lleve nuevos rumbos en otra parte.

Saludos desde Medellín....paisano?

 

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal