viernes, octubre 07, 2005

Aeroemociones

Son muchas cosas las que se pasan por mi cabeza cuando voy a subir a un avión, el tiempo que demorará el decolaje, el tipo de gente que va a estar en los asientos contiguos al mío durante el vuelo, el aroma que tendrá la aeronave cuando nos subamos todos los pasajeros, si voy a poder observar algún bonito paisaje por la ventanilla o por el contrario las nubes se apoderarán del espectro visual… en fin, pocas veces pienso en accidentes, de tanto viajar de acá para allá he perdido el miedo y más bien siento con delicia los vacíos y pequeñas turbulencias que pasan a veces.

El otro día, mientras viajaba a mi tierra me puse a hacer un análisis y llegué a la conclusión de que las pequeñas aerolíneas del país tiene como aeromozas a lindas y jóvenes mujeres, mientras que la empresa de trasporte aéreo más grande alterna hombres y mujeres, bonitos y feos, altos y bajos, viejos y jóvenes… pero sin lugar a dudas en ese viaje me tocó el mejor de todos, alto moreno acuerpado mirada esquiva y labios tentadores…para acabar de completar con un acentito medio paisa delicado y delicioso, una voz dulce y una atención máxima….mm hubiera deseado que fuera un viaje largo y frío para que me tendiera una mantita encima o mejor aun para que se hubiera hecho a mi lado a darme calorcito.

Una anciana centenaria se sentó a mi lado y tuve deseos de pedirle al azafato que cambiara su puesto con ella, que temía a los vuelos y necesitaba de un brazo fuerte que me sostuviera y un hombrito donde recostarme…pero no, él debía correr de acá para allá llevando el “servicio a bordo” y aunque me podía deleitar vez tras vez con su deliciosa figura bastante ajustada en la ropita blanca y gris, me hubiera gustado más su presencia….o que se descompresurizara el avión y debiera darme, en vez de la careta de oxígeno que se descuelga, un poquitico de respiración de su rosados labios…

Pero no pasó nada, sólo leí y dormí un poco, bajé del avión, tomé un taxi colectivo y allí encontré a mi viejo destino…ya me lo había dicho una angelical bruja, que un hombre maduro soltero e importante me iba a perseguir y acá llegó….si señor, algo canoso, entrado en años, con acento montañero, dinero en los bolsillos, conversación agradable de dos pasajeros de un corto viaje…luego un casual y poco comprometedor intercambio de teléfonos celulares y, a posteriori, la llamada en la noche con invitación fiestera, la llamada al día siguiente con una nueva invitación y, pese a mis recurrente y muy diplomáticas negativas, ahí sigue insistiendo…

Precisamente ahora que estoy organizando equipaje de nuevo me pregunto, qué emoción me esperará en este viaje????

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