martes, agosto 02, 2005

Dos gatos

Hace unos días, justo hace un mes, mi amiga Fernanda me regaló un lindo gatito, un minino criollito que se ha convertido en un hijo para mí…me toca estar pendiente de su comida, de su arenita, de que no le falte agua, que no le dañe las matas a mi mamá, que duerma bien, en su cama o en la mía…en fin, ha sido un gran regalo, tanto que lo extraño cuando dejo la metrópoli y él me extraña tanto que decide mirarme mal cuando regreso, menear su cola y largarse si no le hago caso y luego, cuando intento acariciarlo entierra sus pequeños colmillos en mí.

De vez en cuando a mi cama la visita otro gato, uno de dos patas, carente del pelo que tiene mi pequeño minino. Este gato hace vibrar mi piel, pone a gemir mi cama y ruge como un león cuando sostenemos una batalla cuerpo a cuerpo… lo peor del caso es que cuando el placer ha descendido y el sueño lo atrapa, este gato sigue rugiendo como fiera en celo, llenando la habitación de un ruido estruendoso, que no me permite dormir y que asusta a mi gatito.

La otra noche, luego de los últimos estertores de placer, de gemir un poco, sentir la fiereza de nuestro sexo e intentar descansar, su rugido me obligó a levantarme de mi cama e irme a otro lugar a intentar conciliar el sueño, salvando además a mi gato de ser molestado en su dulce sueño.

Está visto que estos dos gatos no se entienden, el más pequeño le teme a los molestos ruidos del más adulto, y el adulto le tiene celos al pequeño, no le gusta que ronronee por la cama mientras estamos juntos, y teme además que se acerque a su piel que ya comienza a envejecer… Mas la decisión está tomada, el gato adulto sólo es una distracción de momento y el pequeño en cambio es como un hijo, así que no permitiré que nadie le invada su territorio y en cuanto al delicioso sexo del gato adulto…ese podrá esperar a que hayan otros espacios, otros momentos…

2 Comentarios:

A la/s 7:17 a. m., Blogger hoffen dijo...

te das cuenta? cuando uno tiene un gatito (me refiero al pequeño) lo quiere como a un hijo, y sin importar que cuando crezca te muerda al querer bañarlo, tu lo seguirás queriendo.
Saludes a tu gato. (al pequeño por que el adulto parece más bien un león, por los ronquidos, je, je)

 
A la/s 8:37 a. m., Blogger CUENTOS DE SUEÑOS Y CRISTALES dijo...

Pilas con el felinito de dos patas, por que asi no lo creas, de vez en cuando lo querras mas que a tu hijo

 

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