Chocó

Aca la piel, la tierra, la selva,el cielo y el agua son de más colores y más vida que cualquiera que haya visto, son indefinibles y distintos, tan bellos como ojo ninguno haya visto; aquí la raza se hace infinita y la tristeza se vuelve alegría.

El negro de la piel es cetrino,violaceo, azul petroleo, amarillo y hasta sepia, pero nunca gris; el agua que corre a borbotones por toos lados, desde las nubes, por los caminos y entre los monte es verde, azul, negra, amarilla, gris, blanco leche, color jugo de lulo en leche, color miel y color oro, tanta, tanta y en tal belleza que quita la sed con solo mirarla.

El cielo es infinitamente azul y derepente se tiñe de un gris violeta que presagia tormenta, de un blanco inmaculado que todo lo inunda o sencillamente parece que dejara de existir.

Aquí la gente sonrie con entusiasmo todo el tiempo y su sonrisa de mafil saluda cortesmente al subirse y al bajarse de los atestados buses que atraviezan la selva.

Aquí he descubierto en la pobreza un estilo de vida, como los palafitos en los que se vive día a día, sobreviviendo y manteniéndose con lo básico siempre al borde, siempre saliendo subiendo solo un poco del abismo, con alborozo, con entusiasmo, riéndose de la vida y con tranquilidad en la mirada aún a un paso de la muerte.

Aquí, es otro el ritmo, otro el aroma, es otro el amor, aquí, es distinta la vida.