viernes, septiembre 30, 2005

Que los sueños sueños son

Llegas de una ciudad bonita, rodedada de árboles, con aroma de jazmín y agua, de desierto y arboledas, de madera y almizcle…después de caminar sus calles recorridas por hermosos seres, del color de la canela y la miel, con rostros finos y atractivos…

Llegas a la sabana de nuevo, luego de sentir el calor de la orilla del Gran Río cerca de donde nace, luego de sentir otros deseos, ver otros cuerpos y sentir tus ojos irte en busca de algunas jóvenes bellezas.

Llegas a tu ciudad y no hay nadie esperándote, unos cuantos carritos amarillos se ofrecen a llevarte, hay otros carros parqueados frente a ti, pero ninguno está ahí para verte…entonces sueñas un poco, piensas que allí puede estar alguien esperándote. Hasta logras hacerte su imagen, una que conoces muy bien…piensas que está allí por ti, sonríe al verte salir por la puertecita de vidrio que divide a los viajeros de quienes los esperan, te da un abrazo fuerte, como si hiciera mucho que no te viera, aunque solo hubieran pasado una mañana y una tarde…sube al auto luego que tu…y ya en la intimidad del vehículo te da un beso, pregunta cómo estás, cómo estuvo todo…haces cara de cansancio y dices que bien pero te recuestas en su hombro mientras él comienza a conducir, entonces admites que estás cansado y él acaricia con una mano tu cabeza, dice cosas dulces y te hace sentir que estás a salvo una vez más, seguro una vez más, a su lado una vez más, protegido y amado de nuevo…

Camino a casa…la suya, la tuya, la de ambos…no es necesario definirlo en el pensamiento…él afirma que ha dejado preparado algo de cenar y que te consentirá hasta que quedes dormido y puedas descansar…ésta no será una noche de éxtasis frugal, ni de comunión de los cuerpos, solo deseas descansar en su regazo, quedarte dormido sobre su pecho mientras te acaricia y te dice cosas bonitas…no importa que sea menor que tu, siempre y cuando te proteja y te haga sentir bien, como en un sueño.

En el día una ciudad hermosa, en la noche una habitación con una buena compañía…todo parece perfecto….mas dejas de pensar, pasas los andenes que separan los carros de quienes esperan de los buses de los solitarios, te montas en un busecito negro y descubres que, justo ahora, cuando todo marcha bien, cuando dices no querer tener historias que contar con corazones rotos y pieles extasiadas, justo ahora te hace falta que lo que acabas de pensar dejara de ser un sueño, al menos por una noche, al menos por un segundo de tu vida.

martes, septiembre 27, 2005

tentaciones

Un postre de caramelo deslizándose por su piel, unas gotas de miel de fresas que llegan hasta su ingle y se filtran hasta la base de su sexo… simplemente su caricia tenue, libidinosa que camina por mi pecho hasta juguetear con mi tetillas, hasta humedecerlas con su saliva…

Una copa de helado de chocolate cubierta de crema chantilly, pasando de sus labios a los míos, entre su lengua y la mía, entre su garganta y la mía, mientras los dedos se arrebatan la ropa, se cuelan entre los botones de las camisas y recorren terrenos mágicos con formas deliciosas al tacto.

Un susurro indiscreto al oído, lleno de pasión, ardor y deseo, un lenguetazo en el lóbulo izquierdo, un pequeño mordisco en el muslo, seguido del placer de saborearnos el sexo, de probar cada milímetro de esa parte de la piel, confundiendo su sabor con el del sudor y la saliva, con el de la miel y el helado, con el del caramelo y las fresas…

Un beso y un abrazo satisfechos luego de llegar al climax…una sensación de tranquilidad después de compartir sábanas y cobijas y despertar a su lado…aunque no conozca su rostro, ni le haya puesto nombre a ese deseo.

viernes, septiembre 23, 2005

Cediendo - sediento

No puede ser, no puede ser que mi cuerpo siga cediendo noche a noche a la presión de esas caricias, a la tentación de una piel cuyo sabor ya conozco de memoria, cuyo sabor no lleva a placeres extraños y novedosos, sino a la misma rutina de siempre.

En cambio el color cobrizo, oscuro, terso y sediento de otras latitudes logró atraerme, su aroma fuerte que parece penetrarlo todo, inundarlo todo, hasta mis ansias y deseos, la perfección de sus formas encima y debajo de la ropa, encima y debajo de la lluvia, encima y debajo de ese sol inclemente.

A veces parezco sediento de nuevas emociones, de palabras distintas para denominar mi rostro y mi piel, de caricias más vivas y necesarias...y finalmente termino cediendo a una sonrisa hermosa que solo dibuja castillos de papel, que sólo deja el deseo y no da placer... o termino cediendo al placer fácil, a la lujuria rutinaria, al territorio conocido, EL mismo que sabe cómo hacerlo bien aunque no lo haga diferente.

miércoles, septiembre 07, 2005

Feel so Good

Se siente bien la piel, tensa, presurosa, húmeda por un poco de sudor que resbala tranquilamente, se siente bien la comunión de los sexos sin violencia, con una cadencia rítmica que evoca erotismo, fascinación mutua y placer…

Se siente bien, adentro, afuera, húmedo y cálido, lleno de fuego, a punto de estallar, sin poder ser contenido, resbalando por todo el cuerpo, uniendo un poco más.

Se siente bien la explosión cósmica, el goce infinito coronado por un beso, el placer en su apogeo, el nirvana de un orgasmo que trasciende dos miembros e irriga espinas y muslos…

Se siente bien asirse a un cuerpo en la noche y al amanecer.