viernes, enero 28, 2005

Así suena tu silencio

Si te cuento que he dormido bien estas noches te miento, si, si yo sé que no es cuestión de que haya mucho ruido tras las paredes de mi cuarto, y que los únicos sonidos que se escuchan de este lado son los del silencio, donde antes estaban nuestros suspiros, nuestros gritos apasionados, y la melodía felina que casi todas las noches tocabas… no, nunca me molestaron tus sonidos, al contrario, eran las pocas cosas que sabía jamás olvidaría, tu barroca pronunciación de otros idiomas, el vocabulario de peluche que usabas para referirte a mí, el timbre de tu voz en el teléfono, bajo las sábanas, sobre la alfombra, en mis oídos, en la ducha, en aquella playa solitaria, contra la brisa, sobre el césped, bajo el sol… la calidez de tus palabras, alcoholizadas, ebrias de placer, trastocadas de dolor, inundadas de excitación, enfermas, alucinadas, tatuadas en su espalda…

Así sonabas tu, como un felino que buscaba afecto, como un gato que ronronea para recibir un trozo de carne, como un volcán en plena erupción, como una fierecilla herida en pleno combate, excitada, extasiada, ansiosa y nada cansada…

La primera noche sonaste dulce, comprensivo, con un halo de misterio, sonaste a canción de cuna, a música, a aventura y fantasía, sonaste a delirio y a deseo, a un mundo inmenso, que finalmente se quedó en las mismas calles.

Alguna vez sonaste como yo en el oído de alguien más, sonaste a mentira y falsedad, a orgullo y a rabia, a placer y dolor, a odio y llanto, a tristeza y humillación, a sacrificio fútil, a belleza y maldición.

Otra vez sacudiste mi tímpano con palabras dulces, mientras lamías mi oreja y acariciabas mi sexo, sonaste a ansiedad rogando un poco más de mi presencia en tu cuerpo, un poco más de mi fuego calcinándote.

Alguna vez no sonaste, se volvió costumbre tu silencio, no, no me refiero a ese tipo de silencios, más bien a palabras que sonaron sin sentirse, a lejanías perpetuas teniéndote a mi lado… si, claro que sé a que suena tu silencio, a vidrios que se rompen, a orgasmos amordazados, a risas macabras, a teléfonos que no se contestan, a estrellas que se caen, a hielos que se derriten.


Still a little bit of your song in my ear
Still a little bit of your words I long to hear
You step a littler closer to me
So close that I can´t see what´s going on

No, no te esfuerces, quédate allí, lejano, silencioso, inmutable… déjame recordarte así, callado, sin nada coherente qué decir…tal vez así comenzaré a olvidarte, para dejarle espacios a otros sonidos más bellos, más sinceros, los de mi propia soledad.

2 Comentarios:

A la/s 9:52 a. m., Blogger Juanete dijo...

Hey man....me gusta lo que escribe...permiso no?

 
A la/s 10:50 a. m., Blogger Monchis dijo...

Hola Elías,

Alguien que me quiere mucho se siente así con respecto a mis silencios.....

Lo expresas muy bien,

Felicitaciones,

 

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