jueves, julio 16, 2009

Tudo o que nem eu sei

Después de pasadas las tormentas de mi alma, de mi corazón y mi mente,
después de enfrentados los miedos, asumidos los errores y caído en la tentación,
después de pensarte, repensarte y asumirte como eres, de aceptarnos como somos,
Pero antes de seguir dejándo que esa borrasca humedezca mi espíritu con su dulce aliento,
con sus almibaradas caricias, quiero robarme las palabras de otro, para usarlas día tras día como un amuleto, como un mantra para que nada nos destruya...

Una flor dura un verano,un verano son tres meses. Doce meses tiene un año, ¿puede un año ser tan breve? como es breve diccionario para definir quién eres. Un te quiero no es te amo, un te amo no es tan fuerte, sino es fuerte lo que sientes, si esque sientes que has amado; con el cuerpo y con la mente, como yo te amo. Salir al mundo es como caminar en medio de una guerra, pero a tu lado todo es más seguro, porque encuentro paz.

Le pido al cielo que te proteja, que siempre estemos igual, que me ames igual. Yo quiero estar contigo el resto de mi vida, que podamos estar juntos hasta el final. Poderme despertar con tu sonrisa, es mi alegría, día tras día. No hay dolor que sea eterno, no es eterno un hasta luego, hasta luego es un regreso, no hay regreso sin encuentro y un encuentro es lo mas bello, cuando estamos cuerpo a cuerpo.

jueves, julio 09, 2009

A fazenda

Sembré una vez en tierras áridas y crecieron árboles frondosos, tus abrazos,
surgieron manantiales cristalinos, tus besos,
crecieron praderas suaves y cálidas, tus caricias,
Hubo deliciosos frutos, tu cariño.

Fue entonces que decidí que allí construiría mi hacienda, un lugar mágico, diferente a mi mundo, pero no tan lejano a él, una mansión hecha de sueños, dudas, fantasías, temores y esperanzas.
Lo he ido construyendo, con mis manos, mis caricias, mis palabras, mis abrazos, la sapiencia que invento y los sueños que tengo en la madrugada mientras te pienso.

Pienso y repienso en los planos, los diseños más adecuados para que el viento de la ansiedad no la derrumbe, para que despacio, con constancia mas sin afanes, logre finalizarla, antes de que el sol caiga sobre tu piel, porque es allí, justo en ese momento del día, de todos estos días, en el que quiero cerrar los ojos en esa, minha fazenda.

sábado, julio 04, 2009

Saudade, medo, vâo

Estás ahí, a un dedo de distancia, pero temo tocarte y confirmar que eres real,
Sigues estando acá, en cada paso que doy, en todo lo que hago, porque eres parte de mí, mas a veces no sé dónde comienzas tu y dónde termino yo.
Amo que eso sea así, pero en ocasiones también le temo.

Estás ahí, con solo decir tu nombre, pero temo que me quemes con tu fuerza y confirme finalmente que sigo siendo débil, que con una mirada o una palabra puedo desmoronarme.
Sigues invadiendo este cuerpo que es tuyo, sigues humedeciendo mis sentidos con sólo traerte de vuelta a mi mente, mas ya no sé si fuiste, eres o serás.
Prefiero que sea así, pero también es extraño.

Estás ahí, tan común y tan normal como respirar, pero temo que alguien venga y lo destruya todo y mas aún, que sea yo mismo quien le abra la puerta.
No quiero tumbar estos muros, pero descubro que les hace falta una nueva pintura, una ventana quizá como esa de Belo Horizonte para que juntos, desnudos, abrazados, sonriendo, miremos una vez más el infinito firmamento azul.

Estas ahí, aunque intente rechazarte, aunque me niegue a reconocerlo, pero navegas por mi cabeza cada noche, quiero abrirte la puerta, pero temo que rechaces mi mano cuando intente ayudarte a entrar. Tengo miedo también de que quieras cambiar las cosas de su sitio, que el espacio que quieras sea un espacio que ya está ocupado y más aún, a que yo quiera dártelo.
No quiero cerrar la puerta, pero quiero conservarlo todo intacto como está, al fin y al cabo ha sido muy dicífil construirlo con nuestras 4 manos.

Están ahí, una emoción tras la otra, primero la saudade, luego el miedo y ahora el vacío, no sé cual me inunda más, no tienen nombre ni apellido, ni día ni hora, ni siquiera localización geográfica, aunque quisiera, pero las siento una y otra y otra vez, por más que cierre las ventanas, por más que me llene de números y letras, aunque hable o guarde silencio... Podría algo indicarme hacia dónde correr?