¿Será que te encontré?

No sé si en tus ojos halle siempre la verdad…solo sé que me gusta su brillo, la forma en que miras a este ser que aun es un poco extraño
No sé si en tus manos, que parecen frágiles, encuentre las caricias más perfectas, mas si sé que su roce con las mías, produce un cierto bienestar.
No sé si tus labios cumplan ese pacto de decir siempre la verdad… lo que sí sé es que son dulces al besar, al hablar, al callar…
No sé si seas tu realmente lo que estoy buscando, sólo sé que allí, ayer, en tus brazos, junto a ti, con tus palabras, obnubilado con la belleza de tu rostro, fui un poco feliz, sentí cosas diferentes, extrañas y curiosas…

…Y es que en este momento preciso mi vida se parece al fragmento de un cuento, de una novela, donde todo comienza a encajar…primero recuerdo y reconozco que estoy buscando a un rey, pienso que tu, a quien sólo conocía de las letras, podrías ser similar a eso que estaba buscando… luego, justo ayer EL vuelve a aparecer, a juzgarme por no buscarlo una vez más, por no ofrecerle mi vida como antes, por haberme convertido en un ser distinto al que era, casualmente por haberme convertido en el ser que EL en un principio quería que fuera, relajado, sin pedir explicaciones, sin generar compromisos…

EL pide audiencia, promete entonces, sin decirlo, una noche de placer, el fuego de nuestras carnes que batallan sobre las sábanas de mi cama, besos que solo transmiten deseos, besos que adolecen de cariño… mas no, ayer no quería retornar a lo mismo, ansiaba conocerte de veras.... ansiaba tanto que mi piel tembló todo el día, mi corazón latía rápidamente y me sentía acorralado por el destino, sin saber si estaba haciendo lo correcto… y entonces te veo, te conozco, te tengo frente a mi, entre mis brazos y bajo mis labios y pienso que puedes ser lo que estaba buscando… y ahora me pregunto será que te encontré??? Si no es así, al menos prometo disfrutar tu compañía y ayudarme con tus brazos a tumbar ese candado que puse para protegerme de los ataques de otros piratas sentimentales de cuyo nombre no quiero acordarme.