Cuestión de ego – egoísmo – egolatría – egocentrismo
Humanos como somos, necesitados de afecto y de algo que nos suba la estima todos los días, de algo que nos recuerde que somos importantes, que existimos, que vivimos, que somos parte de algo, nos molesta que no llame alguien, que el teléfono no vibre y que en su pantalla aparezca un nombre clave, no, no es el de alguien a quien amamos realmente, tal vez ni siquiera es importante ya, tal vez ya el corazón no palpita, pero el ego si crece, se fortalece, nos reivindica…aunque sus palabras suenen sosas, suenen a lo mismo de siempre, aunque la conversación vaya al mismo lugar de siempre, como siguiendo un libreto sin nada de improvisación, sin nada de emoción.
La llamada se acaba y no se siente nada, solo una sonrisita se dibuja en el rostro, nos sentimos más lindos, más importantes, inalcanzables incluso, héroes sin librar ninguna batalla, victoriosos sin desenfundar un arma…si, no sentimos nada por éste o aquel, y somos más egoístas, no brindamos nada, no sugerimos nada, dejamos que se derramen en prosa, que nos digan cosas lindas y no soltamos un ápice, ni un miligramo de ternura. No, no olvidamos que alguna vez hemos estado del otro lado, y que quizá muy pronto, cuando el corazón vuelva a traicionarnos, allí estaremos, derretidos, hechos una melaza telefónica, dispuestos a entregar hasta las vísceras por tan sólo un poco de atención, por un anhelado néctar, por el brillo de unos ojos, por el fragor de una piel.
Mas es eso lo que incita, lo que hace que retomemos con brío la coraza, para disfrutarla un momento, para sentir la fiereza del ego mientras dura, mientras esté intacto, mientras exista quién lo alimente… Si, y es mejor aún si quien lo alimenta fue quien alguna vez lo mancilló, lo golpeó, lo ultrajó y te hizo derramar lágrimas, y mucho mejor si es él quien hoy derrama lágrimas bajo tu cuerpo, sometido, pero amoroso, rendido, pero deseándote, desvalido y a tu merced, pero dispuesto… y es mucho mejor si sus palabras le hacen entender que te ha perdido, que lo reconoce, que siente pena y dolor, pero seguirá luchando, aunque ya tu no quieras que siga en la batalla, y es mucho mejor si te entrega su último suspiro cuando tu ya no quieres amarlo más, cuando hasta de su piel te has cansado…
1 Comentarios:
me encanto, es fabuloso y comparto tu opinion sobre el ego...es una basura que debenos erradicar de nuesta mente.
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